Artículo sobre Recursos Naturales y Corrupción

Estimados compañeros, les comparto un artículo de uno de mis compañeros de trabajo en Perú. El artículo trata sobre la corrupción por parte del gobierno peruano y las empresas trasnacionales. Este tema lo veremos en clase de economía y justamente por ello creí pertinente compartirlo con ustedes. Si alguien quiere mayor información no duden en contactarme.

Patricia Rojas

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PODER, RECURSOS NATURALES Y CORRUPCION
Marco Arana Zegarra*
(*Marco Arana. Premio de Derechos Humanos 2004 – Perú, directivo de la Red Muqui y Coordinador del Área de Conservación y Desarrollo Ambiental de GRUFIDES)

Este gobierno** es la continuación del fujimontesinismo, no solo en la persistencia de un modelo económico socialmente excluyente y ecológicamente insostenible, sino también en la práctica de la corrupción. Nuevamente los medios de comunicación revelan los pormenores de cómo suelen operar las élites políticas gubernamentales y determinados grupos empresariales para repartirse el botín generado por la explotación de nuestros recursos naturales. Hasta cuán arriba se llegue a descubrir las responsabilidades es algo vital para el futuro político próximo del APRA y, en el imaginario popular lo será para alimentar la percepción de que hay un nexo profundo entre corrupción y poder político. Sin duda, un traspié terrible para los esfuerzos de líderes y organizaciones sociales democráticas que nos esforzamos por construir el Perú postfujimori-montesinos que todos necesitamos.

La necesidad de “atraer inversiones”, fue planteada por el presidente García como la sumisión de los intereses públicos a los intereses privados de algunos grupos empresariales, fundamentalmente del sector primario exportador y financiero. En su soberbia, García, terminó identificando el rol del estadista con el de un mercader: mandando cartas de invitación a altos ejecutivos para hacer negocios en desayunos o comilonas en Palacio, adulando a empresarios e insultando a sus opositores en cuanta inauguración y evento público le organizaran. Del rol del presidente “vende-todo” al hecho que un influyente grupo de líderes apristas se sintieran con derecho a “ganar” (mejor dicho: robar) en los remates solo podía haber un paso, más aún en una coyuntura de crecimiento económico, con débil oposición política y con respaldo mediático cuasi total.

Las serias advertencias de diversos estudios y análisis de experiencias que muestran que aquellos países que tienen grandes riquezas naturales son altamente proclives a la corrupción han sido completamente ignorados por los defensores del credo neoliberal. Las graves y documentadas denuncias del New York Times (25.10.2005; vers. español: http://www.cajamarca.de/mine/NY-Times.htm) en relación a la corrupción del poder judicial hecha por funcionarios de Newmont Gold Corp. dueña de la mayoría de acciones de Minera Yanacocha, apenas si tuvieron eco en la prensa nacional, y, en el Congreso de la República se guardó silencio cómplice sobre este sonado caso de corrupción de la época fujimontesinista. Pero ahora que hay una rasgadura de vestiduras en varios medios de comunicación y en el Congreso hay iniciativas para investigar casos de corrupción en relación al poder político y la explotación de nuestros recursos naturales conviene tener en cuenta los señalamientos de un estudio internacional denominado: “Abriendo Brecha. Minería, Minerales y Desarrollo Sustentable” que en su capítulo 8 sostiene: “Algunas empresas del sector de los minerales incurren en diversas actividades ilícitas y se sienten obligadas –o deciden– sobornar a funcionarios como una manera de obtener licencias y permisos; para adquirir poder monopólico que frustre a la competencia; para obtener acceso preferencial a prospectos, bienes o crédito; o para influir en decisiones judiciales. Las empresas pueden realizar dichos pagos por interés en la productividad del negocio, pero finalmente dicho sistema provoca un enorme daño –no sólo debilita la estructura social de un país, sino que también distorsiona las prioridades del gobierno, debilita la eficiencia global y finalmente disminuye el crecimiento económico y posiblemente provoca inestabilidad y conflictos. La corrupción también resta ingresos que los países deben invertir en desarrollo humano. De hecho, parece haber una fuerte correlación entre altos niveles de corrupción y bajos niveles de desarrollo humano… La corrupción parece ser especialmente frecuente en países que poseen la mayor cantidad de recursos naturales. De los 32 principales países dependientes de la minería que se incluyen en el Índice de Percepción de la Corrupción (CPI), 23 obtuvieron puntuaciones inferiores a 5. Cabe destacar que varios de los países más corruptos son más bien productores de petróleo que de minerales… La corrupción de los funcionarios locales también puede crear un vacío de gobernanza que empuje a las empresas mineras a asumir demasiadas responsabilidades. Cuando la administración es débil y corrupta, en especial en lugares remotos, las empresas mineras pueden tender fácilmente a asumir tareas propias del gobierno… Aunque esto puede generar ganancias en el corto plazo para las comunidades locales, también puede acumular problemas para el futuro: los funcionarios corruptos se sienten aun menos presionados si saben que la empresa interviene y disimula sus deficiencias.” (Págs. 251-254)

Comprender que el caso de corrupción que ahora se ha destapado en torno a la entrega de nuestros recursos petroleros*** no es un hecho aislado (ni de dos o tres “ratas” como dicen los principales voceros del gobierno) sino una práctica sistemática, nos debería llevar a construir una cultura democrática que tenga mecanismos institucionales eficaces y eficientes que prevengan y sancionen severamente a los corruptos.

Mientras el gobierno de García siga obstinado en rematar la totalidad de nuestros recursos naturales; la Controlaría siga controlando poco; la Oficina Nacional Anticorrupción solo haya sido un órgano de fachada; el Ministerio del Ambiente siga siendo un CONAM agrandado, es preciso que las fuerzas sociales y políticas democráticas del país se atrevan a mirar lejos y se eleven por encima de sus identidades de tribu para que puedan formular la agenda programática de desarrollo que el país necesita, marcando clara distancia de la nefasta racionalidad del capital que para acrecentar sus ganancias no teme agudizar la grave crisis ecológica planteada por el calentamiento global ni debilitar el Estado corrompiéndolo hasta en sus más altas esferas ahondando las graves brechas de la injusticia y la desigualdad.


** Actual gobierno peruano presidido por Alan García Pérez cuyo nombre es Partido Aprista Peruano - APRA.
*** Escándalo de corrupción por parte de la empresa noruega Discover Petroleum y la peruana Petroperú por negocios irregulares entre ambas empresas a cambio de cinco lotes de exploración de hidrocarburos.